El uso en las aulas del juego informático Bad News mejora la capacidad de los estudiantes para detectar bulos (noticias falsas)
Fuente Fundación Luca de Tena
Uno de los mejores métodos para evitar que los bulos se propaguen, sin poner en riesgo la libertad de prensa, es la alfabetización mediática; dar a la gente las herramientas y los conocimientos necesarios para que sea la propia ciudadanía la que identifique y rechace los bulos, vengan de donde vengan. Y los efectos de la alfabetización mediática son realmente palpables.
Así lo confirma un estudio reciente realizado por la Universidad de Uppsala, en el que se ha demostrado que un juego de ordenador, llamado Bad News, mejora significativamente la habilidad de los estudiantes de educación secundaria superior para identificar noticias confiables y engañosas. La investigación, titulada: “Bad News in the civics classroom: How serious gameplay fosters teenagers ability to discern misinformation techniques,” publicada en el Journal of Research on Technology in Education, involucró a 516 estudiantes suecos en cuatro diferentes institutos.
Thomas Nygren, profesor de Educación en la Universidad de Uppsala y uno de los investigadores del estudio, destacó la importancia de equipar a los jóvenes con herramientas para navegar en un mundo lleno de desinformación.
«Esta es una etapa importante para equipar a los jóvenes con las herramientas necesarias para navegar en un mundo lleno de desinformación», afirmó el profesor Nygren. «Necesitamos mejorar en identificar estrategias manipulativas, un proceso conocido como prebunking, ya que es virtualmente imposible discernir falsificaciones profundas, por ejemplo, y otras desinformaciones generadas por IA solo con el ojo».
El juego Bad News coloca a los estudiantes en el papel de difusores de noticias engañosas, lo cual les permite experimentar de primera mano las tácticas de manipulación utilizadas en los medios sociales. Los estudiantes participaron en el juego de manera individual, en parejas o en grupos de clase, y todos los métodos resultaron ser efectivos para mejorar sus habilidades de discernimiento.
Los resultados mostraron que los estudiantes que ya tenían una actitud positiva hacia las fuentes de noticias confiables fueron más capaces de identificar desinformación y su actitud hacia estas fuentes se fortaleció significativamente después de participar en el juego. Además, se observó que muchos estudiantes mejoraron su capacidad para evaluar la credibilidad y explicar con mayor sofisticación cómo identificaban las técnicas manipulativas.
El estudio también indicó que los elementos competitivos del juego aumentaron el interés y potenciaron los beneficios del mismo. Estos hallazgos ofrecen nuevas perspectivas sobre cómo los juegos serios pueden utilizarse en la enseñanza formal para promover la alfabetización mediática e informativa.
Detalles del estudio y resultados clave
La investigación evaluó el impacto del juego en diferentes configuraciones de aula: juego individual, en parejas y grupal con una puntuación compartida. El estudio fue diseñado para evaluar la capacidad de los estudiantes para discernir técnicas de manipulación en publicaciones de redes sociales antes y después de la intervención.
Eficacia del juego: la habilidad de los estudiantes para identificar publicaciones manipuladoras en redes sociales mejoró notablemente después de jugar Bad News. La efectividad del juego no se vio influenciada significativamente por la modalidad de juego (individual, en pareja o grupal).
Actitudes hacia las fuentes confiables: los estudiantes que valoraban positivamente las fuentes confiables antes del estudio tendieron a mejorar más en su capacidad para discernir información después de la intervención.
Interacción y diversión: los aspectos competitivos del juego hicieron que la experiencia fuera más interesante y beneficiosa para los estudiantes, lo que sugiere que la gamificación puede jugar un rol importante en la educación mediática.
Importancia de la credibilidad: Después de jugar, los estudiantes valoraron más la importancia de acceder a fuentes de noticias confiables, lo que refleja una mayor conciencia sobre la relevancia de verificar la información que consumen.