Entre vientos, lluvia y palabras
El viento sopló con fuerza en Punta Arenas, superando los 100 kilómetros por hora, y poco después, la lluvia se unió torrencialmente, desafiando a las escritoras y periodistas que participan en el congreso de Ammpe world. Sin embargo, estas valientes no se amilanaron y con el asombro como brújula, decidieron recorrer la ciudad, transformando cada parada en un momento de descubrimiento.
Ángeles Alemendi, miembro de la Fundación de Periodismo Patagónico, compartió su entusiasmo: «Poder dimensionar el territorio y que el congreso no quede atrapado en un salón me parece fantástico». La mañana comenzó con un breve tour por la costanera, donde el viento se convirtió en un compañero constante, obligando al grupo a hacer paradas estratégicas para admirar los monumentos, y las casonas del casco históricos.
El grupo se dirigió al Cerro de la Cruz, donde, a pesar del clima, las vista fue espectacular. Un arcoíris tocó el Estrecho y ofreció una estampa memorable. Luego, continuaron hacia el cementerio municipal, donde una guía llamada Alicia los sorprendió con relatos sobre la historia y los mitos que rodean a figuras como Sara Brown. «Fue alucinante, incluso entramos al mausoleo de Sara Braun», comentó Amendi, maravillada por las avenidas de cipreses que se erguían como guardianes de las almas.
El viento, a veces cruel y a veces encantador, se convirtió en un personaje más de esta travesía. «Hay que estar aquí para dimensionar cómo el viento te hace retroceder», comentaron entre risas, mientras los rostros se sonrojaban con el aire helado.
Para algunas del grupo, la aventura culminó en el Museo Nao Victoria, donde quedaron boquiabiertas ante las réplicas de embarcaciones históricas. «Es impresionante pensar en las hazañas de quienes se embarcaron en estos barcos», precisó Ángeles.
A pesar de las inclemencias del tiempo, las participantes reconocieron que esta experiencia va más allá de las charlas y conferencias. «Este congreso nos permite repensar el oficio y generar vínculos», afirmó, resaltando la importancia de compartir ideas y reflexiones en un entorno tan inspirador.
Mientras el viento aullaba por las calles de Punta Arenas, estas mujeres lograron transformar un día que podría haber sido gris en una jornada llena de asombro, literatura y conexión con un territorio que, a pesar de su dureza, se muestra cálido y acogedor. Esta travesía fue un recordatorio de que, a veces, las mejores experiencias surgen de lo inesperado, y que el asombro puede ser la brújula que nos guía a nuevos horizontes.
En medio de esta aventura, Rosa Montero, Carmen Jaureguiberry, Claudia Farah, y Eliana Jiménez y otras escritoras visitaron algunas librerías. «Esto es lo que hace la literatura: una obra puede recorrer y unir, imaginando mundos nuevos», reflexionó Montero al encontrar varios de sus libros entre los estantes.